Sindrome de Climaterio Masculino: ¿Segunda pubertad o temible perversión? Era casi inconcebible que Leonard Gilmore, un texano de 83 años, hubiese ensuciado su ropa interior. Minutos antes, fantaseos eróticos lo habían distraído de la lectura del periódico. No podía recordar los detalles de sus fantasías. En verdad, a duras penas recordaba su nombre o su rostro. Los años le habían afectado los recuerdos. Sin embargo, su potencia viril parecía renacer en una segunda pubertad. Desde hacía semanas, ansías carnales lo asaltaban en donde fuera, y esas excitaciones eran coronadas con abundantes poluciones. "No hay sitio seguro; los ataques son repentinos y sin aviso", nos relata, al tiempo que el nerviosismo lo invade, "en este momento estoy teniendo una brutal erección". No dejamos de maravillarnos ante su testimonio, en especial porque una barra de hielo descansa sobre sus piernas. Menor suerte corrió Jerome Kelly, un anciano de Ohio, quien vivía con su perro labra