Fragmentos cavernarios contra la mediocridad: Penetraciones o eclipses

A la memoria de Ray Barreto ASISTENCIA TECNICA "Nada hay más pobre que una verdad expresada como se pensó. En un caso así, ponerla por escrito no equivale ni siquiera a una mala fotografía. Además, la verdad (como un niño, como una mujer que no nos ama) se niega a quedarse tranquila y sonreír ante el objetivo de la escritura cuando nosotros nos acomodamos bajo el paño negro. Bruscamente, como de golpe quiere ser arrancada de su ensimismamiento y sobresaltada por alborotos, música o gritos de auxilio. ¿Quién querría contar las señales de alarma con las que está equipado el interior del verdadero escritor? Y «escribir» no significa otra cosa que ponerlas en funcionamiento. Entonces la dulce odalisca pega un salto, agarra lo primero que cae en sus manos en el desorden de su alcoba, nuestra caja craneana, se envuelve en ello, y huye así de nosotros, casi irreconocible, hacia la gente. Pero ¡que bien constituida ha de estar, y qué salud tan sólida la suya para presentarse entre ellos así, disfrazada, acosada, aunque victoriosa y adorable!" Walter Benjamin, Dirección única “Nietzsche parece dedicar más bien su interés a una teoría de la penetración penetrada, una ética del derramamiento y de la fusión de los otros, una lógica de la absorción y de una nueva irradiación. Él no conoce aquí la conversación orientada en términos simétricos, la negociación, el valor del punto medio entre banalidades, aunque sí, en cambio, las relaciones intersolares, la circulación de los rayos de un astro a otro, la compenetración de dos por sus entrañas, el estado de embarazo y el embarazar. “En el vientre de la ballena, me convierto en el heraldo de la vida.” No le interesan las opiniones, sino las emanaciones. En el plano intelectual, se revela radicalmente bisexual, una estrella febrilmente ansiosa por ser penetrada, y un sol que penetra y “domina”. Soy penetrado, luego soy; irradio en ti, luego eres. Al dotar de sexualidad a su sol, invierte la dirección de la imitación y obliga al sol a convertirse en el imitador del ser humano, siempre y cuando entendamos que el ser humano es un autor, esto es, un individuo penetrado por el lenguaje, por la música; una voz que busca oídos y que crea oídos.” Peter Sloterdijk, Sobre la mejora de la buena nueva. “Ismael ¿Cómo entras tú en el mundo de la salsa, en el mundo de la música? Ismael Rivera: Humildemente hablando, yo no entré en el mundo de la salsa, yo nací en el mundo de la salsa. Porque resulta que yo vengo de un pueblo que se llama Santurce, del área metropolitana de Puerto Rico, la costa norte; y yo soy de la calle Calma, y en la calle Calma el reloj, cuando yo me levantaba, era una cosa que hacía: pum quí pum…pum quí pumm… Y ese reloj como que se me metió en la sangre. Parece que yo traía algo y por eso puedo decirte que antes de tener uso de razón ya yo estaba en la playa con los tambores, con un señor que se llama Rafael Cortijo, que ustedes lo conocen bien, y bueno…él es el responsable de que yo esté en este pugilato.” En César Miguel Rondón, El libro de la salsa. Crónica de la música del Caribe urbano “Con frecuencia he pensado que la mejor forma de vida para mí consistiría en encerrarme en lo más hondo de una vasta cueva con una lámpara y todo lo necesario para escribir. Me traerían la comida y me la dejarían siempre lejos de donde yo estuviera instalado, detrás de la puerta más exterior de la cueva. Ir a buscarla, en camisón, a través de todas las bóvedas, sería mi único paseo. Acto seguido regresaría a mi mesa, comería lenta y concienzudamente, y enseguida me pondría de nuevo a escribir. ¡Lo que sería capaz de escribir entonces!” Franz Kafka, Carta a Felice, 14 de enero de 1913.

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