La arena de Qana
La arena de Qana: pausa en la transcripción En verdad no puedo seguir con esta labor de copista mientras retumben en mi cabeza las imágenes y los sonidos ininteligibles. Algo habrá que hacer para que depongan su insistencia acústica. Como le gusta a lababel cito los fragmentos del ahogo y de la justicia: “Pero Hala Shalhoub, 24 años, cuyas hijas de uno y cinco años, murieron, gemía mientras se balanceaba levemente en su cama de hospital. “Quiero verlas” decía sin prisa. “Quiero cargarlas” Un pariente: “Déjala que llore” Zaineb Shalhoub, en la cama de al lado, descansaba quieta. “No queda nadie en la villa” dijo. “Ni un humano ni una piedra”. Día antes Bajo la arena compacta y agria del manglar, los cangrejos en sus mónadas sus negras bocas abren, casco sobre casco doble vacío la palanca y los labios prensiles, diente sobre diente pinza sobre pinza labio sobre ojo que nada saben de la secuencia de criaturas colindantes, horadada la tierra por los crustáceos