Gallinas y gallos-1952-
En Puerto Rico nadie escucha. Todos hablan al mismo tiempo y cada uno lo más alto que puede. Una tertulia viene a ser como un gallinero donde todas las gallinas pusieran al mismo tiempo y cacarean la puesta. El cacareo en estas circunstancias nos dice tanto como el de las gallinas: "Yo he puesto un huevo, yo he puesto un huevo, yo he dicho esto, yo he dicho esto". Lo más extraño es que los gallos también ponen y también cacarean: "Yo he puesto, yo he puesto".
Al salir a la calle nadie comenta lo que ha dicho otro, nadie dice "Fulana dijo", "Dijo Melgana" sino "Yo dije, yo dije". Conozco a dos o tres ponedoras puertorriqueñas, Gloria Arjona, Nilita Vientós, que tienen cuerda vocal para las 24 horas del día y como son unas gallinas muy simpáticas es necesario oirlas.
Al salir a la calle nadie comenta lo que ha dicho otro, nadie dice "Fulana dijo", "Dijo Melgana" sino "Yo dije, yo dije". Conozco a dos o tres ponedoras puertorriqueñas, Gloria Arjona, Nilita Vientós, que tienen cuerda vocal para las 24 horas del día y como son unas gallinas muy simpáticas es necesario oirlas.
Yo voy a repartir un cartelito colgante...
PARA CONVERSAR
Para conversar,
primero escuchar,
después meditar,
luego preguntar,
después meditar,
y al fin contestar
o mejor callar.
Y vuelta a empezar.
Yo creo que este cartelito podría ser útil en muchas casas puertorriqueñas.
Juan Ramón Jímenez, Isla de la simpatía (San Juan: Ediciones Huracán, 1981) 84.
PARA CONVERSAR
Para conversar,
primero escuchar,
después meditar,
luego preguntar,
después meditar,
y al fin contestar
o mejor callar.
Y vuelta a empezar.
Yo creo que este cartelito podría ser útil en muchas casas puertorriqueñas.
Juan Ramón Jímenez, Isla de la simpatía (San Juan: Ediciones Huracán, 1981) 84.
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