Isla desierta: Un nuevo comienzo

"This is to state once again that the essence of the deserted island is imaginary and not actual, mythological and not geographical. At the same time, its destiny is subject to those human conditions that make mythology possible. Mythology is not simply willed into existence, and the peoples of the earth quickly ensured they would no longer understand their own myths. It is at this very moment literature begins. Literature is the attempt to interpret, in an ingenious way, the myths we no longer understand, at the moment we no longer understand them, since we no longer know how to dream them or reproduce them." Gilles Deleuze, Desert Islands

Comentarios

  1. Por nada j.a. En verdad las gracias debemos dárselas al bueno de Deleuze. Para esto aparece esta bitácora para darle espacio al delirio de copistas enfermos (perdona la redundancia) y para la exposición de algunos cuerpos estimulantes por su inmanencia o su complejidad. Entre chasquidos de crustáceos leo estos textos de Deleuze. Algunos parecen no haber sido recopilados en libros suyos. Lo extraordinario de ese pasaje es su deseo por potenciar el nuevo comienzo al que obligan las islas desiertas. A mi me ha ayudado en la decisión de mandar cierta población isleña al carajo para poder levantar el cuerpo de otro pensamiento. Despoblarme una isla que no existe por las obsesiones provincianas de esa falsa peña (narcisista per secula seculorum) que nos ha poblado y colonizado la Historia y la Tradición. De hecho el ensayo trabaja esa idea. No la del comienzo original (hombre y mujer en el Paraíso), sino la del nuevo comienzo (la isla partogénica de si misma: un huevo sin gallina. Un huevo cósmico dice Deleuze). Esa isla desierta habilitaría un espacio para un sujeto que desea imaginar de otro modo. En ese sentido los mitos resurgirían en las imaginadas islas desiertas no como el arribo incuestionable de los dioses que nos abandonaron o como la reproducción de nuevos mitos-copias facsímiles de los que no entendemos, sino como el lento resurgir de otra comunidad, de otra sacralidad (en minúsculas) que acepta el desconcierto y el vacío como el comienzo de un deseo por interpretar, por leer eso que debe ser leído pero nunca agotado. La literatura allí es la convergencia y la competencia de intentos, de desencuentros, hasta de malas lecturas que cierta lucidez quisiera oponerle a la opacidad de nuestro estar ante esos mitos que nos embelesan y nos desconciertan. Yo pupilo de la cangrejada intento sortear esas luces que paralizan al juey. Algo así, pero él lo dice mejor. Chévere leerte de vuelta.

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