El “hermoso hoy” Eduardo Lalo La mayor parte de los habitantes del mundo poseen orígenes definidos, estables, prácticamente incuestionables: un lugar, un pueblo, una nación, un documento estatal, que establecen claramente sus coordenadas personales. Sin embargo, existen también otros habitantes del planeta cuyos orígenes son preguntas, equivocaciones o condenas. Recuerdo mis tiempos de estudiante en Europa, cuando invariablemente me detenía la gendarmería francesa en sus puestos de frontera. Recuerdo como el ceño del oficial se fruncía al examinar mi pasaporte, como comparaba la foto con mi cara, como volvía sobre el documento, como me dejaba esperando ante el mostrador y regresaba con un superior que, luego de examinar nuevamente las páginas de mi documento de “identidad”, me preguntaba con una mezcla de desprecio y celo policiaco: “Qui etez - vous?”, “¿Quién es usted?” En ese documento que permite acceder al resto del mundo, se consignaba,
agradeciéndole siempre su visita.
ResponderBorraralgo carga sobre sí o en sí todo motete o dígamos que las espaldas y las curas les son conocidas.
Buena la de motearse. Devenir mota perceptiva la del motete cuando es sonoroso. Lo mismo el arrebato que enrolado antes pareció motete cilíndrico. Tubillo que se ceniza.
ResponderBorrarGracias j.a.